Surge Ostende

Ostende


Por fin, el 6 de abril de 1913, se celebra la ceremonia de la fundación de la nueva ciudad se transporta a la costa a las autoridades invitadas al acto de fundación y colocación de la tradicional piedra.

En ese acto, mientras se escuchan los acordes del Himno Nacional, se presentan los símbolos de la nueva ciudad: La bandera triangular con los colores celeste y blanco y la inicial del nombre Ostende en oro y el escudo heráldico creado por el mismo autor del pergamino el artista Premi, creador del Hotel Thermas, hoy Viejo Hotel Ostende, y el mar, la tierra y las casas son bendecidos.

Ya por entonces los diarios de la capital anunciaban al Balneario Ostende como "La Perla del Atlántico. La playa más hermosa de Sud América." Más adelante se anunciarán las crecientes ofertas del nuevo balneario y se produce una importante campaña publicitaria para promocionar la venta de las parcelas.

Así se acercan algunos soñadores y románticos que se atreven a construir en estas condiciones. Nacen la casa del propio Ferdinand Robette, la casa de retiros espirituales de los Monjes de la Orden de los Padres Carmelitas, Villa Adela de la Familia Soldaíni y un hito que aún funciona con la actividad con que fue concebido: el hotel Thermas, hoy conocido con el nombre de Viejo Hotel Ostende.

 

La primera adversidad

Con la llegada de la primera guerra mundial en 1914, todos volvieron a su país y la obra en Ostende quedo abandonada.

La naturaleza indómita de las dunas complicó el sueño del balneario, ya que la planeada forestación no tuvo éxito y varias edificaciones quedaron bajo la arena. Como testigos quedaron la casa de Robette,( hoy casa fasel) la casa de descanso de los Monjes Carmelitas, la casa de Doña Adela de Soldaíni, los menhires del único tramo construido de la Rambla Sur y el Hotel Termas junto con el afán de la gente que conoció el lugar, de que Ostende no desapareciera.