Finalmente, Ostende

Ostende


Ostende integra, junto con Pinamar, Valeria del Mar, Cariló y Montecarlo, el Municipio de Pinamar. Siendo Ostende el escenario de los más intensos sentimientos localistas por parte de sus vecinos, sentimientos alimentados por su historia y sus leyendas. La bandera de Ostende siempre está presente en los actos patrióticos y en las celebraciones de la comunidad y se realizan gestiones para el uso oficial del escudo heráldico.

En el año 1993 las autoridades municipales, en ocasión de cumplir Ostende sus ochenta años desenterraron la parte construida de la "Rambla Sur" que fue declarada sitio histórico en 1995, y hoy se encuentra a la espera de operaciones que la preserven del rápido deterioro al que la someten las rigurosas condiciones ambientales y los actos de vandalismo.

El Viejo Hotel Ostende mantiene en alguna medida su estructura y características de origen a pesar de diversas intervenciones que desvirtuaron parte de su valor. La casa del fundador Ferdinand Robette y el vecino retiro de los monjes Carmelitas, han corrido despareja suerte: La casa Robette se encuentra muy bien conservada pero es prácticamente imposible el acceso por ser de propiedad privada. La casa de los monjes, en avanzado deterioro, se encuentra dentro de un predio en que se ha construido un hotel, que en lugar de capitalizar la presencia de la casa, prácticamente la ignora y la oculta.

El sector construido del Hotel Alantic City del arquitecto Hughier pertenece hoy a la Asociación Argentina de Albergues de la Juventud, y muestra exteriormente las características de ese ambicioso proyecto, que mantiene merced a su gran calidad constructiva, pero su interior se encuentra totalmente desvirtuado. Con respecto a la casa y la iglesia de Don Domingo Repetto, periódicamente se escucha hablar de excavaciones para recuperar... Hoy es una loma cubierta de vegetación.

El trazado urbano original, salvo pequeñas alteraciones y una franja que fue incorporada a la localidad de Pinamar, se mantiene en la actualidad así como también los nombres de muchas de sus calles, reafirmando la presencia latente de aquella ciudad que duerme bajo estos médanos. A través de todos estos años se ha conservado el trazado original y las características propias de cada una de las localidades, preservando el medio ambiente, sus bosques y sus playas para que todo aquel que llega pueda disfrutar del maravilloso encanto que tiene esta ciudad, fruto de los sueños de aquel puñado de románticos luchadores.

Ostende/Mar de Ostende es el reflejo de lo que fuera un proyecto urbanístico de corte europeo, de comienzos del siglo XX. Tanto Ostende como Mar de Ostende ofrecen muy buena gastronomía y servicios hoteleros para todos los presupuestos y una increíble belleza natural.